Cepa 21 2018: el vino soñado

Bodegas Cepa 21 presenta la añada 2018 de su buque insignia, Cepa 21, un tinto goloso y equilibrado, ideal para compartir con la familia y los amigos
Cepa 21 2018 es una referencia imprescindible de la innovadora bodega vallisoletana que concentra toda la esencia de Ribera de Duero
Cepa 21 2018, de Bodegas Cepa 21, se presenta como un acierto seguro, tanto para compartir con seres queridos como para convertirse en un regalo ideal. Esta etiqueta forma parte del proyecto vinícola de la tercera generación de la familia Moro, en el que las protagonistas de sus 50 hectáreas de viñedo son las cepas centenarias de Tinto Fino, una adaptación local de la variedad tempranillo.
Ubicada en plena milla de oro de la Ribera del Duero, Bodegas Cepa 21 fue creada en el año 2007 por la familia Moro con el propósito de elaborar vinos de altísima calidad que se encuentren asentados en los principios de la vinicultura tradicional y el terroir, pero a su vez están en concordancia con las tendencias y los gustos propios del siglo XXI. De hecho, el nombre de la bodega es ya toda una declaración de intenciones sobre la naturaleza de sus elaboraciones: vinos de pura cepa. En la actualidad, Bodegas Cepa 21 está posicionada como una de las más innovadoras de la D.O. Ribera del Duero. No en vano, su presidente, José Moro, ha sido el primer bodeguero en formar parte de la lista de los 100 empresarios líderes en innovación de Forbes.
GOLOSO Y DE GRAN EQUILIBRIO
Cepa 21 2018 está elaborado con uvas de excelente calidad,de la variedad Tempranillo. En su proceso de elaboración, la fermentación alcohólica se realiza en depósitos de acero inoxidable durante 18 días a temperatura controlada y se completa con la fermentación maloláctica, que se lleva a cabo durante 30 días. El envejecimiento se produce en barricas de roble francés, que añaden a su perfil un toque a madera. La añada 2018 se caracteriza por un color rojo cereza picota con ribetes granates, y por una fase olfativa en la que el vino resulta elegante, limpio y expresivo, con una complejidad que deriva de un proceso de elaboración muy cuidado y que se debe también a la excelente calidad de las uvas empleadas en su producción. En boca tiene buen cuerpo y presenta un gran equilibrio, siendo este un vino goloso con un postgusto largo y agradable.
En palabras de José Moro, presidente de Bodegas Cepa 21, “este es un vino con impronta, planta y con señorío. Tiene otra madurez en la boca y una madera muy sutil envuelta en fruta, lo que le da una elegancia y una seriedad espectacular”. Y es el propio José Moro el que, desde sus inicios, afirmó que los vinos antes de elaborarlos había que soñarlos, y Cepa 21 “fue soñado para ser capaz de estar en todas las mesas del mundo, capaz de dar la vuelta al globo y no dejar indiferente a nadie”.